Carlos Arroyo
Something from nothing?
Siempre he admirado a la gente creativa, aquellas que desarrollan ciertas habilidades para expresar lo que piensan, sienten e intuyen. Casi podría decirse que las personas con el gen creativo más desarrollado no pueden evitar serlo. Pintar, escribir, componer, cantar, dibujar, hacer videos, hacer versos (cualquiera que sea el vehículo) se vuelve algo casi tan necesario como respirar, como comer o tomar agua. Es algo que les da vida.

Quisiera tomarme unos momentos para divagar sobre dos conceptos relacionados con la creatividad que en apariencia se contradicen, pero que en realidad son ciertos casi en igual medida.
Something from nothing.
Con los años he llegado a comprender que la creatividad no es algo "que se trae" (no es un gen que unos traen y otros no, como dije anteriormente) sino que es algo que se desarrolla, se despierta. Se trata de un proceso lúdico en gran medida, es una labor de experimentación casi siempre. Y lo maravilloso de despertar la creatividad es que (como muy literalmente lo dice la palabra) constituye un acto de creación. No había nada antes, y ahora hay esto. La posibilidad de hacer tangible una idea, un concepto, un sueño me parece algo maravilloso que sólo los seres humanos podemos hacer. De ahí también que trabajar la creatividad requiera esfuerzo. No es sencillo traer al mundo de lo existente algo inmaterial.
Sin embargo....
Nobody starts from nothing.
A pesar de que la fuerza creadora del concepto anterior es fascinante, en el mundo de los creadores ronda también la idea de que en realidad nadie empieza desde cero, nadie empieza a crear con nada. Varios creativos - acertadamente me parece - han desmentido el mito de la página en blanco, la tabula rasa. Todos venimos de algún lado, traemos algunas historias en nuestras conciencias, tenemos temas que nos preocupan e inquietan, sabemos cosas que otros no, nadie ha vivido en nuestros zapatos.
Quise demorarme un poco en estos dos conceptos porque la creatividad se ha vuelto algo sumamente importante en mi vida en estos últimos años. Y esta dualidad de la creación (traer algo a la existencia) y contar con un bagaje del cual echar mano para la expresión personal me parecen dos lados de la misma moneda que complementan casi cualquier actividad que hagamos. ¡A crear de la nada, y no!