Carlos Arroyo
Los proyectos como bloque fundamental de vida.
Una de las prácticas más comunes a las que recurrimos cuando nos encontramos en internet algo que nos parece interesante o que creemos que nos puede servir en algún momento futuro es guardarlo en una carpeta con un titulo medianamente apropiado: Finanzas, Ejercicio, Todo sobre podcasts, Freelanceo, Cursos y Talleres, Ideas investigación, por mencionar algunos ejemplos (reales).
Es decir, empezamos a tratar la información como bibliotecarios en una misión por ordenar el conocimiento y encontrarle el lugar más apropiado. Por alguna extraña razón (muy relacionado con el sistema educativo seguramente) nuestro primer instinto es ése: crear categorías de conocimiento y ordenar nuestro mundo de esa forma.

Y no sé ustedes, pero yo no recuerdo la última vez que haya regresado a esas carpetas a ver eso que había guardado. Tengo carpetas en los Bookmarks de Chrome repletas de páginas que en algún momento me parecieron interesantes, pero… por qué o para qué, quién sabe.
No es del todo obvio que ésta no es la mejor forma de guardar este conocimiento, y cuando nos damos cuenta de que hay una forma mucho mejor de hacerlo, uno empieza a cuestionar muchas cosas en su forma de trabajar.
Uno de los problemas de armar carpetas con categorías es que no nos dice mucho sobre lo que en realidad hay adentro, y una solución a este problema viene del sistema PARA, inventado por el autor del libro y creador del movimiento BASB (Building a Second Brain), Tiago Forte. Había escuchado y leído de este sistema para organizar flujos de información pero siempre me había dado un poco de flojera entender de qué se trataba realmente. Hasta que lo hice, y… vaya que he notado una gran diferencia en mi forma de consumir y almacenar información. Me siento mucho menos abrumado y tengo más claridad de lo que hay en cada una de mis carpetas.
Para entender a fondo lo que hace el método P.A.R.A recomiendo leer este artículo y pues si ya están clavados con entender más sobre el tema, recomiendo ampliamente leer el libro.
Por el momento, lo básico que hay que entender es que P.A.R.A. significa Proyectos, Áreas, Recursos, Archivo. Y se trata de unos lentes a través de los cuales podemos empezar a ver la información que nos topamos por ahí todos los días. Todo comienza con la pregunta ¿esto que me pareció interesante, dónde me es más útil? Y nos podemos seguir con más preguntas antes de automáticamente guardar cosas en una carpeta: ¿me sirve para un proyecto? ¿corresponde a un área de mi vida? ¿es un recurso valioso que me servirá en el futuro?
Si la respuesta es "sí" para alguna de estas preguntas, entonces podemos llevar ese link a la carpeta correspondiente con la confianza total de que nos volveremos a encontrar esa información conforme vamos avanzando en nuestros proyectos o revisando nuestras áreas de vida. Si la respuesta es "no" a alguna de esas preguntas hay que aprender a soltar y dejar ir esa información que de inicio parecía interesante pero que no es lo suficientemente importante para merecer un lugar en nuestro sistema.
Ahora bien, antes de abrumarse con querer organizar todos nuestros links en esas categorías, lo más importante que hay que comprender por el momento es que debemos comenzar a pensar en términos de PROYECTOS específicos y no en términos de categorías generales. No lo parece de inicio, pero es un cambio de mentalidad que hace toda la diferencia. Pensar en términos de proyectos nos ayuda a darle un PROPÓSITO a lo que guardamos del internet, de podcast, revistas, etcétera. Cuando hay un proyecto (con un título y una fecha límite) estamos guardando conocimiento con un objetivo, y no sólo arrojando links a un agujero negro disfrazado de bibiotecario.
Estoy seguro que si es la primera vez que lees sobre esto, todo te parecerá un poco raro y hasta confuso. Es normal, estamos intentando cambiar fundamentalmente la forma como consumimos información. Es posible que no estemos acostumbrados a pensar en términos de proyectos, pero cuando lo analizamos bien estamos trabajando en proyectos todo el tiempo: reparaciones de la casa, plan de vacunación de las mascotas, curso de fotografía análoga, actualizar finanzas personales, trámite del seguro y diez mil cosas más.
Algo que se vuelve evidente cuando comenzamos el viaje de la gestión personal del conocimiento es que hemos tenido un verdadero desastre desde siempre, pero no es momento de castigarnos o desanimarnos por ello. El mejor momento para comenzar a ser más concientes con la información que consumimos y almacenamos fue hace 10 años, pero el segundo mejor momento es hoy.
En el siguiente post te doy una lista de recursos que han sido imprecindibles y muy inspiradores para mí.